Los avances tecnológicos han hecho que los procesos de votación sean más simples, pues no se considera necesario efectuar el voto de manera presencial, sino que puede hacerse de forma más práctica como en línea. Actualmente, son muchas las ventajas que un sistema de votación electrónica ofrece a las organizaciones; sin embargo, es importante tener en cuenta que existe una comparativa entre esta nueva forma de votación y la tradicional. Por eso, en Smartvoting te compartiremos las diferencias que existen entre ambos, haciendo hincapié en cómo las votaciones online ayudan a tomar decisiones más efectivas. Si te interesa saber más, sigue leyendo.
El voto tradicional consiste en procedimientos electorales 100 % en físico, los cuales suelen ser enfocados en un kit electoral, que por irregularidades muchas veces puede ser alterado. Una de las más frecuentes es la pérdida de las papeletas de votación, urnas o actas, lo que hace que en algunas ocasiones se vuelva un método inseguro. En cambio, con la votación electrónica las alternativas tecnológicas no se hacen esperar, pues gracias a ellas es más fácil garantizar el voto y brindarle veracidad al proceso. Pero no solo eso, reconoce fácilmente las situaciones de fraude, incluso elimina los posibles errores humanos.
El voto tradicional cuenta con exactitud durante el acto del voto, los escrutinios, transmisión y difusión de resultados. Lo mismo sucede con el voto electrónico, aunque por su naturaleza científica y técnica es posible que haya mayor y mejor precisión que la del voto manual, permitiendo identificar inexactitudes del sistema para poder corregirlas a tiempo o actuar ante cualquier intento de intervención durante el proceso de votación.
El voto tradicional por lo general es respaldado dos veces en la papeleta y en el acta, haciendo todo de manera manual, claramente. En el caso del voto electrónico hay un sistema auditable que trabaja para verificar esos respaldos, generando confianza y seguridad a aquellos involucrados en el hecho electoral.
El voto tradicional repercute más gastos en el momento del proceso electoral, ya que se ven involucrados los materiales electorales y el mantenimiento del equipo electoral. En cambio, el sistema de votación electrónica, aunque supone una inversión inicial, tiende siempre a estabilizarse para no incurrir en costos adicionales.
El voto tradicional suele ser más tardado, puesto que deben revisarse aspectos de manera manual que a veces incluso requieren de repetir la verificación para no cometer errores. En el caso de la votación electrónica los resultados pueden verse en cuestión de minutos, su rapidez no se compara con la votación convencional, además requiere de menor manejo de material físico y menos personal.
Evidentemente, para que sea legítimo en ambos casos, cualquier proceso de votación debe cumplir con algunas condiciones básicas de seguridad y de coordinación. Sin embargo, al escoger la votación online sin lugar a dudas siempre va a tener la gracia de simplificar la organización y logística de un proceso electoral, pero garantizando la calidad de tal proceso. Asimismo, aporta en términos de flexibilidad, comodidad y ahorro de tiempo – tanto por parte de los votantes, como por parte de los organizadores – y facilita la información masiva.
Es importante mencionar que el voto tradicional también tiene sus cualidades que lo hacen elegible para los demás, pero si se está buscando un modo práctico para ejercer la votación democráticamente, el voto electrónico puede ser la opción más acertada, ya que permite que se vote desde cualquier lugar, mejora los porcentajes de votación, se considera una solución bastante eficiente y más económica.
Por eso, si estás buscando alcanzar la participación del personal de tu compañía, Smartvoting es tu mejor decisión si quieres realizar votaciones electrónicas. Con nuestro sistema podrás ejecutar votaciones más seguras, rápidas, confiables y ecológicas. Nuestros servicios van dirigidos a sindicatos, empresas, universidades, etc.
